miércoles, 19 de noviembre de 2008

Entonando desafinados la Internacional

Por Enric Casanova: http://esquirladeaire.blogspot.com/

A nadie que lea los periódicos o vea los telediarios se le escapa que el último congreso de Izquierda Unida ha terminado paradójicamente como el Rosario de la Aurora, tal como había empezado, para qué engañarnos. Hay tres llamémoslas “familias” pugnando por el dominio de la organización en una lucha cainita por el poder, sin apenas trasfondo ideológico y en donde se mezclan alegremente conceptos que resultan cuando menos curiosos como, por ejemplo, una feroz oposición al PCE, único partido presente en una presunta “coalición” de izquierdas y al que pertenecen como militantes todos los cargos relevantes de IU.Al cónclave comunista, neo-comunista y, en todo caso de Izquierda Unida, aunque más desunida que nunca, se presentaron cinco candidaturas diferentes, al menos en nombres, para optar al puesto de Coordinador General, dos de ellas son irrelevantes (EB y Cut-Bai) y destacan tres, que por orden de importancia son: el PCE, IU-abierta (los llamazaristas) y la Nacional-II (escisión del llamazarismo).


Para colmo, la lista más votada fue la del PCE, sí ese partido – única formación política seria inserta en lo que debería ser una coalición de fuerzas de izquierdas – que dirigió un día d. Santiago Carrillo y cuya legalización, paradójicamente, supuso el punto de inflexión hacia su irrelevancia política, hoy manifiesta e indiscutible. Su cabeza de lista, d. Cayo Lara, que no obtuvo más del 43% de los votos de los delegados, culminó el circo llamando a la unidad musical en la entonación del himno de La Internacional, que llevaba encerrado en una cajita de música, según él propiedad de La Pasionaria (Dolores Ibárruri), pero el gesto se quedó en un anacronismo con aroma a naftalina, más como recuerdo de pasadas glorias que como empuje hacia el futuro.No nos engañemos, al electorado de izquierdas y progresista no le convencen los vendedores de sueños, que anuncian el advenimiento del paraíso en la Tierra para mañana por la tarde a mucho tardar.


Somos parte de una ciudadanía pragmática, que comprende que sólo desde la moderación, la sensatez, el realismo, el diálogo y el entendimiento se puede producir lenta y progresivamente el avance que ayude a recorrer el largo y tortuoso camino que llevará a generaciones venideras hacia un mundo mejor. El capitalismo, como los dinosaurios, y pese a que hoy domina el mundo, como aquellos lo hicieron en su momento, iniciará su declive y el anuncio de su definitiva decadencia informará de su final; colapsará, como predijo Marx, el sociólogo no el cómico – y que conste que a mí me gusta más el segundo – pero para todo hay que seguir los ritmos y esperar el momento, que no será hoy.IU, en consecuencia, a fuerza de vender sueños se ha quedado dormida, en coma, y no saldrá, mucho me temo, de ésta.


Es el momento de que el electorado de izquierdas una sus votos en una opción progresista, el PSOE, y si a algunas personas les parece que ese partido es “tibio” o excesivamente escorado al centro, pues que participe, que se integre y que fuerce un cambio de rumbo, o por lo menos que lo intente, pero siempre en el convencimiento de que sólo desde la unión de la izquierda será posible recorrer parte del camino, aunque sea sólo un pequeño y tímido paso, pero siempre en la dirección que pensamos es la correcta. Desde las catacumbas del ostracismo y la invisibilidad política poco o nada se puede hacer, o eso me parece a mí.