lunes, 23 de febrero de 2009

El Vaticano y EEUU sabian lo del 23 F




“El Gobierno de Estados Unidos y el Vaticano

sabían lo que iba a pasar”

Aquel 23-F hubo protagonistas de todo tipo, aunque en el ámbito político fue Santiago Carrillo, sin duda, uno de los más relevantes. El por aquel entonces secretario general del PCE fue una de las figuras colocadas en el punto de mira de un periodo político marcado por la transición.


La entrada sorpresiva de Tejero, primero; las horas de espera atendiendo al discurrir de los acontecimientos, después; y el papel que desempeñó el Rey en aquella crisis son analizadas por Santiago Carrillo en esta entrevista concedida a ‘El Faro’. Eso sí, evita hacer mención a la ristra de anécdotas curiosas, “que las hay”, de aquella jornada.–¿Cómo vivió usted aquella jornada, se esperaban el asalto de Tejero?–Aquel 23-F estábamos haciendo la votación en el Congreso de los Diputados para elegir al presidente del Gobierno.


Yo creo que la mayor parte de los que estábamos allí no nos esperábamos una cosa así porque Calvo Sotelo, que era el nuevo jefe de Gobierno que la mayoría del Congreso iba a votar, era un hombre que por su apellido podía calmar a las derechas. La entrada de Tejero y de los guardias civiles que le siguieron en el Congreso fue prácticamente una sorpresa. Desde el momento en que vi entrar a Tejero, pistola en mano, le reconocí. Sabía que había estado en algo que se llamó la ‘Operación Galaxia’ y me di cuenta de que si aquello triunfaba, algunos de los que estábamos allí, no íbamos a poder contarlo.–Teniendo ese pensamiento, ¿cuál fue su preocupación principal?–La de mantener una posición digna, impedir que quienes pudieran reirse de mí, no tanto por mí mismo como por lo que yo representaba entonces, que era el Partido Comunista de España y al pueblo de Madrid que me había elegido diputado, lo hicieran.


Pensé que debía mantenerme dignamente, afrontar lo que podía suceder con la mejor forma, sin que nadie pudiera decir que aquellas fieras me habían humillado. En la primera parte del arresto del Gobierno y de los diputados, estaba impresionado por la facilidad con la que habían tomado el Congreso de los Diputados, sin que nadie resistiera a los sublevados.


Pensaba que el Ejército español, en el cual tenían todavía posiciones dominantes los generales que habían hecho la Guerra Civil y otros jefes, que aún no habiéndola hecho eran proclives al pasado franquista, podían conseguir que el movimiento triunfara.Luego, en el curso de la noche, en el que hubo tiempo para pensar en todo, en historias, en mi vida, en mi familia... ya fui dándome cuenta de que algo fallaba a los sublevados porque veíamos y sentíamos que aquello era un impass, que había gestiones y que no estaba ni mucho menos asegurada la victoria del golpe.
–El papel del Rey era decisivo...
–En aquel momento era el único que podía hablar con los generales posibles.......http://www.elfaroceutamelilla.es/content/view/27609/53/